Es un procedimiento cuyo objetivo es eliminar el tejido pulpar cuando está inflamado o infectado. Nos sirve para conservar el diente tratado, evitando su extracción.
El tejido pulpar, comúnmente conocido como “nervio” es un tejido blando formado por vasos sanguíneos y nervios. De ahí que la endodoncia se denomine popularmente “matar el nervio” o “desvitalizar un diente”.
Dentro de la rama de la endodoncia se realizan principalmente 3 tipos de tratamientos:
Realizadas en dientes que no han sido previamente tratados. Procedimiento en el que accedemos al nervio realizando un acceso hasta el conducto/s por el que discurre el nervio dental. Una vez conseguido, generalmente utilizamos microlimas rotatorias y líquidos que ayudan a la extracción y disolución del nervio, así como a desinfectar y conformar adecuadamente el conducto.
Una vez que el nervio ha sido eliminado y tenemos los conductos limpios y desinfectados, procedemos al relleno de éstos con un material llamado gutapercha acompañado de un cemento sellador. Este relleno ocupará totalmente el espacio del conducto con el fin de dejar el mínimo lugar posible para la proliferación de bacterias
Realizados en dientes que ya tienen una endodoncia que no está funcionando o que ha dado algún tipo de problema. Es un procedimiento dental en el que se vuelve a limpiar y sellar el sistema de conductos radiculares de un diente que previamente ha sido tratado con endodoncia.
Esto se hace cuando hay una infección persistente o un problema en el diente que no se resolvió con el tratamiento inicial. Durante este proceso, se retira el material existente en los conductos, se desinfectan y se vuelven a sellar para restaurar la salud del diente
Se realiza cuando no funciona la endodoncia ni la reendodoncia. Una apicectomía es un procedimiento quirúrgico dental en el que se extirpa el final de la raíz de un diente, también conocido como ápice radicular. Se realiza cuando hay una infección persistente en el ápice de la raíz que no se puede tratar con un tratamiento de conductos convencional.
Durante la apicectomía, se elimina el final de la raíz infectado y se sella el extremo de la raíz para prevenir futuras infecciones. Este procedimiento se realiza generalmente en combinación con una reendodoncia para garantizar la salud a largo plazo del diente.
Las principales ventajas de los tratamientos endodónticos son las siguientes:
La endodoncia es un procedimiento seguro y eficaz.
La endodoncia nos permite mantener dientes que de otra manera se perderían.
La endodoncia evita que el proceso infeccioso progrese, evitando la aparición de granulomas, flemones, abscesos y quistes al final de la raíz. En ocasiones, la endodoncia puede llegar a resolver las infecciones localizadas al final de la raíz, cuando ya se han producido
Noelia acudió a la Clínica Dental Segura-Mori & Álvarez tras sufrir un accidente grave de bicicleta, que le provocó la pérdida y la fractura de varios dientes. Para recuperar la salud, funcionalidad y estética de su boca, nuestros doctores planificaron y ejecutaron un tratamiento integral que combinó distintas áreas de la Odontología: Ortodoncia, Microcirugía Periodontal, Endodoncia, Implantología y Estética. Dicho tratamiento integral se basó en la reconstrucción de los dientes rotos y la extracción de las piezas dentales gravemente fracturadas que no tenían solución. Posteriormente, nuestros dentistas planificaron una ortodoncia invisible con alineadores Invisalign, injertos de hueso y encía y la colocación de implantes. Por último, rehabilitaron la boca con coronas de cerámica.
La doctora Gemma Galván se licenció en Odontología en la Universidad de Salamanca. Tras su graduación, se trasladó a Madrid, donde comenzó su trayectoria profesional como odontóloga y cursó un posgrado de Endodoncia Avanzada a distancia, en la Universidad de Sevilla, donde descubrió su verdadera vocación por el campo de la endodoncia.
Por esta razón, un año después decidió comenzar el Máster de Endodoncia y Odontología Restauradora en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. En esta misma institución la doctora Galván ejerció, años más tarde, como docente del máster que ella misma cursó. Paralelamente, la doctora Gemma Galván ha compaginado su trayectoria profesional con diferentes voluntariados dentales en países como Nicaragua, Senegal o República Dominicana.
Es un procedimiento que nos permite mantener dientes, que de otra manera habría que extraer. Se realiza en los siguientes casos:
El precio de los tratamientos de endodoncia varía en función de su complejidad. Generalmente, el precio de una endodoncia se sitúa entre los 190 y los 300 euros, dependiendo del número de conductos que haya que tratar.
No, antes de comenzar una endodoncia se realiza una anestesia local que evita que sintamos dolor. Sin embargo, es un procedimiento laborioso que requiere más tiempo que otros tratamientos dentales.
En ocasiones, el tratamiento endodóntico puede ocasionar molestias durante los primeros días. Si esto ocurriese, es aconsejable que se tome algún antiinflamatorio, por ejemplo, ibuprofeno de 600mg cada 8 horas. Si esto no fuese suficiente, puede alternarlo con paracetamol. Aunque su odontólogo le dará la pauta y la prescripción al finalizar la endodoncia.
Se recomienda no masticar o morder del lado del diente tratado durante los primeros días. En caso de que se caiga el empaste provisional deberá acudir a la clínica para que se lo repongan con brevedad.
Es importante realizar una restauración definitiva (obturación o empaste, incrustación o corona dependiendo del caso y de la estructura dental remanente) para asegurar la longevidad de la endodoncia y evitar así la recontaminación de la misma por saliva, bacterias y gérmenes. Por otro lado, la restauración definitiva va a ayudar a proteger la estructura dental y evitar que el diente se fracture.
Existen numerosos factores que pueden afectar al pronóstico del tratamiento como:
Normalmente hay dolor al masticar, al frío o al calor. Las molestias pueden ser momentáneas o llegar incluso a ser un dolor constante. En ocasiones, no hay ninguna sintomatología o dolor, pero esto no indica que no haya que realizar un tratamiento endodóntico si queremos conservar el diente.